15 dic 2019

Llega la Navidad...

Cuando llegan estas fechas, en ese lapso de tiempo que va desde el Black Friday hasta Reyes, me suele entrar una especie de arrebato anticonsumista, que va en aumento cada año en la misma medida en que el dichoso viernes-negro se va haciendo con nosotros. Y es que hasta la panadería de la esquina exhibía su oferta.


Tengo que decir que al "black" me cerré en banda absolutamente. Pero no puedo asegurar que mi contención llegue al siete de enero igual de intacta, vamos, con toda seguridad que no, aunque hago lo que puedo...😏

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Pues en estos días de anticonsumismo feroz suelo aprovechar para hacer algunas tareas artesanales. El año pasado me dedique a preparar unas felicitaciones navideñas, porque me niego -otro arrebato- a que tenga que ser Whatsapp quien felicite a mi lista de contactos.


Así que he vuelto a hacer esas "antiguas" felicitaciones personalizadas que enviamos a los familiares y amigos más allegados.

Pero en una vuelta de tuerca artesanal decidí coserlas. Si me gusta coser, pues coso, sí señores. 




Unas las enviamos por correo ordinario -quiero decir con su cartero y todo-, otras las ponemos junto a los regalos de Reyes, y otras en la misma mesa de Nochebuena.




Todo esto se hace con el aliento de las peques de la casa, que suelen tomar parte muy activa en el proceso.


Algunas hechas con fieltro, otras con retales de telas y guata...

Por si os interesa ver con más detalle la ejecución, aquí os dejo el vídeo que publiqué en su momento, y que tenéis disponible también en mi canal de YouTube.


Y como estoy en vena, he decidido que este año, salvo algunos chocolates, que por cuestiones de muchísimo peso😄 no pueden faltar, volveremos a tener en la mesa algunos dulces caseros como los riquísimos empiñonados de mazapán que me enseñó a hacer mi amiga Blanca, de Oviedo, y que son un éxito garantizado.


Ahhh, y hablando de Navidad, habéis visto en la cabecera que mi "pequeña costurera" se ha vestido para las fiestas?. (¡Gracias Lara!)

Muchos besos¡¡¡



5 dic 2019

Cómo hacer Vainicas con tu máquina de coser

Creo que no tengo buen recuerdo de las vainicas. Ese trabajo fino y delicado que era casi receta imprescindible en las antiguas clases de labores: Vainica ciega, vainica simple, vainica doble, vainica cruzada, de ochos, de ochos dobles, de trenzas...

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Teníamos que hacer un llamado “costurero”, o sea, una especie de muestrario con los tipos más usuales.

Y no era hacer la vainica propiamente lo que más me molestaba, sino la tediosa tarea de sacar hilos y que quedaran perfectamente cuadrados al principio y al final de la hilera... Aún así, hice mi costurero, hice la consabida mantelería (hoy me hago cruces de la paciencia y de la buena vista). 

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Sin embargo, con los años, he aprendido a valorar las vainicas como el trabajo primoroso que son. Claro que el abanico de las conocidas excede con mucho a las de mi sencillo costurero. Algunas son pequeñas obras de arte bordado, que me encanta admirar.



Tengo en casa un par de juegos de cama de un ajuar familiar, de hace más de cien años. Esta era la vainica del remate... Mi absoluta admiración para estas preciosas labores artesanas.

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Pero como ahora ni tengo tan buena vista ni tanto tiempo, en vez de sacar hilos, he investigado un poco las posibilidades de mi máquina de coser para hacer algo parecido a las vainicas, aunque en puridad, deberíamos llamarlas puntadas caladas.

 

Y yo misma me he sorprendido porque lo único que se necesita es una aguja especial. Su nombre en inglés es “wing”, o sea “ala”, aguja alada o también llamada aguja de “lanza”.


Es una aguja de forma lanceolada, para que hacer el calado mas evidente.


A partir de ahí, se trata solo ir probando las puntadas decorativas de tu máquina e ir viendo cuáles te gustan más.


Importante ajustar bien la tensión a las distintas puntadas y elegir el tejido adecuado. Para mi gusto el tejido de hilo o lino, es el mejor: tiene una trama bastante abierta y el calado queda más pronunciado.



Así que en esta ocasión también he hecho mi “costurero”, en el que he ido anotando también el número identificador de cada puntada y la tensión apropiada.


También podemos combinar puntadas, como podrás ver en el vídeo que te muestro más abajo.


Y si quieres dar un paso más, también existe la posibilidad de una aguja gemela: una de ellas es normal y la otra de ala. En principio parece pensada para hacer dobladillos: con la aguja derecha se hace un pespunte normal y un caladito con la izquierda. Pero yo no me he conformado y he seguido probando, y la verdad es que me han salido algunas puntadas y dobladillos muy vistosos. Te invito a que lo pruebes.


Si te animas a investigar un poquito seguro que te sorprenderán los resultados.

Aquí te dejo el enlace al vídeo en mi canal de Youtube, donde podrás verlo todo con más detalle.




Hasta pronto¡¡


NOTA: Las agujas aladas, sencilla y gemela, adquiridas en la tienda on line de Seoane Textil.

2 dic 2019

Hopscotch skirt. Las faldas son para el invierno?

No sé si a estas alturas tengo suficientemente claras las preferencias de mis nietas en cuanto a la vestimenta, porque hay ropas que me parece que se ponen poco.

Trato de indagar...


Así que, según iba lanzando mis preguntas, yo a un lado del teléfono y ellas al otro, intentábamos dibujar un mapa claro de la ropa que suelen ponerse en distintas situaciones: por la mañana para ir al cole, cuando salen con sus padres al parque, para ir al cumple de alguna amiga...

Y claro ante sus respuestas fuí teniendo claro por qué todavía no he recibido ninguna foto de estas faldas a pesar de estar varios meses cosidas:

      - Es que las faldas no son para el invierno, abuela, hace mucho frío...
      - Ya, pero existen las medias o los leggins...
      - Pero es que vamos con prisa y hay que ser rápidas



Claro, se ve que ya se me ha olvidado que los atropellos matinales que preceden la salida para el cole, requieren de ropa rápida, de la que no se necesite pensar mucho. Y una falda obliga a otras dos prendas más,  una por arriba y otra por abajo... ¡demasiadas combinaciones! para un tiempo tan justo.

O sea, pantalones o leggins gorditos con un buen jersey o sudadera parece ser lo ideal para las mañanas de invierno, según me cuentan.



La cuestión es que yo coso desde el clima mediterráneo y ellas lo visten desde el más puro continental centro-europeo... 

Es algo así como lo que me suele pasar cuando todavía por aquí andamos acalorados, y tengo que preparar maletas para ir al frío. Vaya, que por mucho que me lo propongo me cuesta pensar en ropa de abrigo, y al final siempre me quedo escasa, y tengo que acabar comprándome algo de urgencia en el lugar de destino...


Ellas parecen tenerlo claro: las faldas en todo caso para el verano (aunque se trate de una panilla fina como es el caso). Y ahora que lo pienso, es verdad que veo pocas niñas con faldas... 
Será una prenda infantil en extinción?. 
Cuál es vuestra experiencia como mamis?


Falda Hopscotch, de Oliver & S, con sus bolsillos de origami, tan chulos ellos...